6 de diciembre de 2012

Quiero compartir libros para niños... ¿por dónde comienzo?

Ya quedo claro que te encuentras en este blog porque adoras los libros para niños y seguramente mueres de ganas por compartirlos con sus originales destinatarios: los pequeños. En esta entrada trataré de darte algunas recomendaciones para tener mejores resultados y disfrutar más de la experiencia.
 
  • Identifica el libro apropiado según la edad de los niños
 
Para los niños en edad preescolar (de 3 a 6 años, aproximadamente) elige libros con poco texto e ilustraciones grandes. Son ideales los denominados libros álbum porque las imágenes que ofrecen no son meramente decorativas sino que constituyen parte fundamental del tema o la historia que se está narrando. Trata de que los dibujos sean atractivos y coloridos; recuerda que se está formando su sentido de la estética y que para estimularlo hay que mostrarles varios estilos desde muy realistas hasta francamente abstractos.
 
También puedes realizar lecturas de libros que tengan más texto y pocas o ninguna ilustración. En esta categoría se encuentran los cuentos ilustrados entre los que están los clásicos (Grimm, Perrault, Andersen, etc) y algunos otros mós contemporáneaos como los de Michael Ende.
 
Para realizar esta tarea te puede ser muy útil la guía que publica IBBY (International Board of Books for Young children).
 
Utiliza libros de acuerdo con la experiencia lectora del niño (qué tan familiarizado está con los libros o no, si su familia lee, si la escuela fomenta la lectura, etc.) no con base en su edad cronológica, ya que sorpresivamente el niño podría disfrutar de un libro sugerido para uno de menor o mayor edad.
  • Revisa el libro con cuidado y si es posible leélo en voz alta antes de hacerlo directamente con los niños.

Si te animas, puedes identificar a los personajes e inventar una voz para cada uno de ellos. Esta pequeña dramatización de la acción suele ser muy atractiva para tu público y genera mayor atención y expectativa en la trama.
  • Busca un lugar cómodo e iluminado para leer.
En este sentido es muy recomendable que te sientes en el piso (en un tapete, tirado de panza...) con los niños e incluso sentarlos en tus piernas, así ambos tendrán oportunidad de mirar las ilustraciones y comentarlas. Detente en ellas lo más posible y trata de sugerir que observen algún aspecto en ella que les esté dando información adicional a lo que les has leído.
Leer en un entorno relajado propicia que los niños perciban al momento de lectura como un espacio atractivo, suelto y divertido en el que las reglas rígidas no son lo importante. Además se torna en un momento afectivo que fortalece el vínculo que tengas con el niño, ya sea que seas su maestro, cuidador o papá. Aprovecha para cargarlo y abrazarlo y de ninguna manera es necesario que permanezca quieto.
  • Permite que el niño interactúe con el libro libremente.
En muchas ocasiones a los adultos que nos gustan los libros nos cuesta trabajo ver cómo los niños pueden tratarlos con poco cuidado. En este sentido la recomendación es que de entrada se les permita tocarlos y hojearlos, aunque sufran algún maltrato mientras aprenden a cuidarlos. No grite, no se enoje y no enfurezca si el niño muerde, pisa o rompe el libro.  Recuerde que éste es el mejor momento para que esto pase y que poco a poco aprenderá a interactuar con ellos. Si por algún motivo se pierde la calma, recomendamos que respires profundo, cierres un momento los ojos y hables calmado con el niño o niña. Reparen el libro juntos, esto le ayudará al pequeño a ser responsable de sus actos y a ir comrpendiendo que los libros deben tratarse con cuidado porque son frágiles. Al leer juntos es importante modelarle a los pequeños como se pasan las hojas y las acciones que propician que se mantengan en buen estado.


  • Respeta la disposición del niño frente a la lectura.
Habrá ocasiones en que a los niños no les apetezca leer en general o que tu selección no haya sido muy afortunada. Cuando esto suceda, te recomiendo que no forces la situación y sea como sea, insistas en llevar a cabo la lectura. El problema es que eso podría traer como consecuencia que los niños asuman como imposición una actividad que pretendía ser lúdica y placentera y predisponerlo de manera negativa para futuras ocasiones. De igual manera, es importante que respetes las selecciones de los niños cuando sean ellos los que eligen una lectura; seguramente tú tendrás tu opinión sobre algunos libros que se editan con base en la película o personaje de moda; pero para ellos puede significar un puerta de entrada a un mundo de fantasía, así que no desaproveches la ocasión y en cuanto sea posible introdúcelo a los personajes originales o algún otro similar que te parezca más adecuado.


Por último, no le preguntes al niño: ¿te gustó el libro?. Recuerda que te encuentras en un nuevo camino hacia la lectura y corres el riesgo de que te responda que NO. Si quieres conocer su opinión, hazlo con preguntas del tipo qué página te pareció más bonita o interesante; qué animal fue tu favorito; qué le cambiaría a la historia o si le agregaría algo...

Al final, lo peor que te puede pasar es que al terminar tu lectura los pequeños te digan  "¡otra vez!" y tú ya estés agotado...

 



 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario